El Embalse La Mica cuenta con una nueva herramienta para potenciar su gestión operativa. 

Con este insumo se podrá prevenir, evitar o solucionar potenciales problemas en la operación del embalse ligados a cambios en la calidad del agua.

Luego de un arduo año de trabajo, y a pesar de las limitaciones derivadas de la pandemia, se materializó la creación del Atlas de Microalgas y Cianobacterias del Fitoplancton y Perifiton del Embalse La Mica.

Este documento es el tercer logro del convenio entre la Empresa Pública Metropolitana de Agua Potable y Saneamiento de Quito (EPMAPS), el Fondo para la Protección del Agua (FONAG) y la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE).

El Atlas Algal es un catálogo detallado a nivel ecológico y de posibles afectaciones en la operación de los sistemas de agua. Con este insumo se podrá prevenir, evitar o solucionar potenciales problemas en la operación del embalse ligados a cambios en la calidad del agua. Es decir, se podrá conocer con más detalle los microorganismos algales identificados en los muestreos de calidad de agua, el estado trófico y el funcionamiento limnológico del embalse La Mica.

Conocer la composición microbiológica del embalse es crucial considerando que La Mica es la principal fuente del Sistema Mica Quito Sur, que abastece de agua acerca de 650.000 habitantes del Distrito Metropolitano de Quito; con un caudal total aproximado de 1300 l/s que se divide para las plantas del Troje, Conocoto, Pungasí y el Placer.

A diferencia del Atlas de Algas y Cianobacterias del Embalse Salve Faccha, esta guía no solo cuenta con calificaciones taxonómicas, registros fotográficos y descripciones actualizadas, sino también con aspectos ecológicos. Además, ahora el análisis amplió su alcance, ya que aparte del plancton (microorganismos en suspensión en la columna de agua), se abarcó el perifiton (microorganismos en sustratos sumergidos, desde la arena hasta las macrófitas y las rocas). Según los investigadores, el haber incluido al perifiton es esencial porque éste influye en la productividad, composición y diversidad del ecosistema acuático.

Las muestras de fitoplancton se recolectaron de forma estratificada, a diferentes profundidades, a lo largo de la columna de agua durante mayo, septiembre y octubre de 2019. Para las muestras de agua superficial se utilizó una red de arrastre de 24 μm, mientras que para las demás profundidades se usó una botella Van Dorn de 2,2 litros. Por su parte, los muestreos de perifiton se realizaron en septiembre y octubre de 2019; empleando botellas ámbar de 250 mL y cepillos de dientes para el raspado de sustratos.

Toma de muestra del perifiton mediante raspado de superficies.

El muestreo en ambas zonas del embalse se realizó por duplicado. De esta forma, además de identificar, clasificar y fotografiar a los especímenes, se pudo realizar el cultivo de cianobacterias en medios específicos para añadirlo al Cepario de la PUCE.

Con ayuda de un microscopio de alta definición de EPMAPS – Agua de Quito y claves morfológicas, se identificaron ocho diferentes divisiones de microalgas y cianobacterias: Chlorophyta, Charophyta, Euglenozoa, Cyanobacteria, Chrysophyta, Ochrophyta, Cryptophyta y Mizoa. En las comunidades fitoplanctónicas se encontró 16 géneros, mientras que las perifítica 30.

Arrastre de agua superficial mediante una red de fitoplancton.

Para elaborar esta guía se contó, por parte de la PUCE, con la participación de la científica Diana Astorga del Grupo de Investigación en Ecología Microbiana y Microbiología Aplicada y sus tesistas de pregrado: Katherin Clavijo y Karen Rodríguez. Por parte de la EPMAPS, estuvo Diana Ontaneda y Andrés Arévalo, ambos técnicos en la Gerencia de Ambiente y Operaciones, respectivamente. Adicionalmente, se tuvo el apoyo científico de expertos destacados en la identificación y manejo de embalses, como son: Santiago Duque, Ricardo Echenique, Miriam Steinitz-Kannan e Hilda Palacio. 

Según Diana Ontaneda, actualmente en el país las bases limnológicas son muy escuetas y dispersas. No existe información relevante condensada. Por tal motivo, el atlas no solo aporta a llenar ese vacío y a potenciar la gestión operativa de la empresa, sino que además constituye otro ejemplo valioso de una investigación de ciencia aplicada para la toma de decisiones en la gestión del agua que ha sido articulado por la Estación Científica Agua y Páramo (ECAP) del FONAG y la EPMAPS.

Luego del éxito en La Mica y Salve Faccha, se pretende ampliar esta investigación en los embalses de Mogotes y Sucus; ubicados en Papallacta. Por ahora, el Atlas del Embalse La Mica está disponible sólo para funcionarios de EPMAPS – Agua de Quito. Sin embargo, próximamente se hará su lanzamiento para la comunidad científica a través de la PUCE.

 

Revisión y Supervisión: Fabiola Guzmán – FONAG y Rafael Osorio – EPMAPS.
Reportería y redacción: Diego Ribadeneira Falconí – FONAG.