¿Cuánto carbono se almacena en el suelo del bosque siempreverde y el herbazal del páramo?

Recolección de suelo humífero, rico en carbono orgánico.

Esta es la pregunta que, como parte de su proyecto de titulación, Chaquira Romoleroux Cajas, estudiante egresada de la facultad de Ciencias Biológicas y Ambientales de la Universidad Central del Ecuador (UCE), investigó en el Área de Conservación Hídrica Paluguillo (ACH-P).

Su investigación contó con el apoyo de técnico de la Estación Científica Agua y Páramo (ECAP), Esteban Suárez, profesor de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ) y el apoyo económico de General Motors OBB, como parte de su vinculación voluntaria al esquema de reposición de huella hídrica del FONAG.

Si bien existen datos preliminares sobre el almacenamiento de carbono en el ACH-P, levantados por la USFQ; en general, los datos sobre el almacenamiento de carbono en los páramos del Ecuador son escasos y aún más escasos en para los bosques del género Polylepis.

Chaquira trabajó en su investigación durante 6 meses. Durante la fase de campo, la estudiante recolectó a diferentes profundidades, con ayuda de un barreno y anillos de volumen, 15 muestras aleatorias de suelo (cinco de herbazal, cinco en un bosque de Polylepis pauta y cinco en un bosque de Polylepis incana) en cinco parcelas de 20 x 20cm para cuantificar cómo varía la cantidad de carbono almacenada en todo el perfil del suelo.

Recolección de suelo humífero, rico en carbono orgánico.

Posteriormente, durante la fase de laboratorio, las muestras fueron secadas en un horno por cuatro días para que pierdan toda la humedad. Luego fueron pesadas y se calculó su densidad aparente. A continuación, después de homogenizarlas, empleando el método de pérdida por ignición las muestras fueron incineradas en una mufla de 550°C para conseguir la cantidad de materia orgánica. Por último, para obtener la densidad de carbono se utilizó una ecuación que multiplicó el porcentaje de carbono por la densidad aparente del suelo y la profundidad.

Los datos indican que el bosque de Polylepis incana almacena la mayor cantidad de carbono de los tres ambientes estudiados (2400.33 MgC/ha en 3.62 m de profundidad y 300.96 MgC/ha en 40 cm de profundidad). Los valores más bajos se encontraron en el bosque de Polylepis pauta (1767.56 MgC/ha en 3.57 m de profundidad y 248.32 MgC/ha en 40 cm de profundidad). El promedio de carbono hasta la roca en los tres escenarios fue de 2048.30 MgC/ha.

Según la investigadora, estos resultados pueden deberse a diferencias ecológicas entre los ambientes estudiados como la cobertura vegetal o las características físicas y químicas del suelo. Por ejemplo, se identificó mayor presencia de humedad en el bosque de Polylepis pauta, así como mayor abundancia de especies herbáceas y arbustivas en el bosque de Polylepis incana y el herbazal de páramo.

Muestreo de suelo debajo de Polylepis incana.

 

En cuanto la profundidad, en todos los escenarios estudiados se evidenció menor porcentaje de carbono en las capas más profundas en comparación con las capas superficiales. Los primeros 20cm del suelo presentaron la mayor cantidad de carbono registrado. No obstante, la densidad aparente fue mayor en las capas más profundas. Finalmente, la densidad de carbono mostró valores similares para todas las profundidades, lo que sugiere que todo el perfil del suelo es un importante sumidero de carbono orgánico.

Chaquira explica que esto puede deberse a la interacción entre el porcentaje de carbono y la densidad a aparente, así como también la dinámica del suelo y las raíces; misma que se caracteriza por distribuir a través del agua la materia orgánica desde la superficie hacia todas las capas del suelo.

Secado de muestras de suelo en horno mufla.

Esta investigación permitirá para mapear y cuantificar las reservas de carbono que cuida el FONAG para proponer mecanismos de compensación por huella de carbono.  Además, servirá como una línea base que contribuirá a sustentar la importancia ecológica del páramo en la provisión de servicios ambientales como la regulación hídrica y el resguardo de los stocks de carbono. Finalmente, permitirá potenciar las estrategias para su conservación. Se espera que los resultados obtenidos ayuden a fomentar negociaciones de políticas públicas y ejecutar programas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.

Al conservar los páramos no solo se asegura agua para todos, sino que también se contribuye a mitigar el cambio climático.

 

Redacción: Diego Ribadeneira Falconí, Comunicación – FONAG.
Revisión: Luna Delerue, Estación Científica Agua y Páramo – FONAG.