Los efectos del cambio climático están transformando la manera en la que los ecosistemas acuáticos se comportan. Al comparar patrones hidrológicos antiguos con actuales, se puede evidenciar diferencias claras y preocupantes. Precisamente, dado que los modelos de cambio climático señalan que la temperatura en los ríos aumentará significativamente, es pertinente entender cómo cambia la composición de comunidades de macroinvertebrados acuáticos cuando aumenta la temperatura porque estos organismos son bioindicadores de la calidad del agua y un componente crucial de su cadena alimenticia.

Debido a que la temperatura influye en el crecimiento, metabolismo, reproducción, maduración sexual y distribución de macroinvertebrados acuáticos, es clave estudiar las variaciones de temperatura en los ríos. Según algunas investigaciones científicas, los aumentos de temperatura en el agua entre 2,1oC a 2,4oC producen, en estos organismos, cambios fisiológicos y comportamentales como: reducción de la densidad poblacional, alteración en la proporción de sexos, reproducción precoz y disminución del tamaño corporal en la madurez, entre otros. Además, los cambios de temperatura aún más drásticos producen alteraciones de mayor impacto que pueden hacer a estos ecosistemas inhóspitos para la vida.

Para indagar más al respecto, Adrián Robalino, becario de la Estación Científica Agua y Páramo (ECAP), y estudiante de Biología de último semestre la Universidad San Francisco de Quito (USFQ), está estudiando comunidades de invertebrados acuáticos a lo largo de gradientes de ríos termales en la microcuenca del Cachiyacu (Papallacta). Este, su proyecto de titulación está dirigido por Andrea Encalada, directora del Laboratorio de Ecología Acuática de la USFQ.

Por su ubicación dentro de la caldera del Chacana, la microcuenca del río Cachiyacu tiene influencia de fuentes termales que descargan en ella naturalmente. Por tal motivo, se la eligió para la investigación, ya que se presume que las comunidades de macroinvertebrados acuáticos presentes en sus aguas, presentan ciertas peculiaridades producto del incremento de temperatura.

Con estos antecedentes, Adrián analizó cómo están compuestas las comunidades de macroinvertebrados acuáticos en las altas temperaturas de las aguas termales y lo comparó con comunidades de un río paralelo no termal ubicado a 30m de distancia. Para ello, él examinó en varios puntos de muestreo factores fisicoquímicos del agua, concentración de nutrientes y metales pesados, y recolectó e identificó muestras de macroinvertebrados para poder determinar la composición y funcionamiento de estas comunidades y su ambiente.

A partir de estos datos, se empleará un modelo de proyección para identificar cómo el cambio climático podría afectar a las comunidades de ríos no termales en el futuro. Si bien los resultados están previstos para finales de julio; por lo pronto, Adrián prevé cambios en la distribución y abundancia de estas comunidades. Además, afirma que espera que los resultados obtenidos faciliten la creación de medidas de prevención y adaptación frente a los impactos del cambio climático.

Una de estas acciones podría ser la creación de un proyecto de reintroducción para mantener la función ecológica en los ríos. “Si ciertos grupos funcionales se perdieran por causa del cambio climático, quizás se podría reemplazarlos con grupos funcionales similares, oriundos de ríos con temperaturas altas. Con ello se mantendría la función ecológica de los ríos, más no su diversidad original”, agrega Adrián.

Finalmente, en cuanto a la colaboración de la ECAP, Adrián comenta: “Estación científica nos ayudó muchísimo en la investigación; principalmente en el financiamiento y la presentación de los datos. Recomiendo 100% aplicar a las becas de investigación de la ECAP. No suele haber muchas oportunidades de financiamiento en Ecuador, especialmente en Quito. Además, cuentan con un gran equipo técnico con mucha experiencia que sabe cómo guiarte en tu trabajo de tesis.”